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¿Te suena el concepto Arboterapia? La palabra arboterapia proviene del latín (arbor, árbol) y del griego (therapeia, atención, curación). La arboterapia sostiene que el aire de los bosques es beneficioso, ya que contiene grandes cantidades de iones negativos de oxígeno, que ayudan a estimular y armonizar los procesos vitales, la esfera psíquica y emocional

Es una práctica milenaria, que renace con la pandemia. Existen muchos estudios que hablan de los beneficios que hay de esta terapia, como los recogidos en el libro Blinded by Science, de Matthew Silverstone.

Entre sus beneficios, según los estudios realizados, está que al abrazar un árbol puedes conseguir aliviar la ansiedad, mejorar la concentración y liberar cualquier pensamiento negativo que tengas presente. No sólo eso, no todos los árboles son iguales:

• El sauce elimina del cuerpo el exceso de humedad, reduce la presión arterial y fortalece el tracto urinario.

• El olmo vigoriza el estómago.

• El arce alivia el dolor.

• La acacia sirve para equilibrar la temperatura corporal.

• La higuera purifica el corazón y elimina la humedad del cuerpo.

• El cedro y el ciprés reducen la sensación de calor.

• El abeto favorece la curación de fracturas y reduce el hinchazón.

• El espino blanco fortalece el intestino y ayuda la digestión.

• El pino, considerado por la medicina china como un árbol inmortal, tiene una gran capacidad de curación.

Contra el estrés, abraza un árbol

Es una práctica centenaria que recobra vigencia en la pandemia. Reduce el dolor de cabeza, la presión arterial y hasta la depresión. Miguel Herrero Uceda, escritor y naturalista, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, recalcaba en diálogo con La Vanguardia: “Los arboles son los únicos seres vivos que han sido testigos de diferentes eras geológicas y de todas nuestras transformaciones”.

Islandia anima a sus ciudadanos a abrazar árboles para superar el aislamiento social

La naturaleza proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada ser humano

Gandhi

Así lo asegura David Strayer, psicólogo cognitivo de la Universidad de Utah, que demostró que la exposición a la naturaleza permite al córtex prefontral «descansar» del estrés al que lo sometemos diariamente. Los resultados llegan tan lejos como para afirmar que aquellos que se «pierden en el bosque» durante, al menos, tres días, rinden un 50% mejor a la hora de resolver problemas creativos y sienten cómo sus sentidos se «recalibran» hasta lograr experimentar sensaciones nuevas, entre otros beneficios.

Caminar entre hayas centenarias o prestar atención a cómo caen sus hojas nos proporciona una sensación de paz. Además, hacerlo en bosques maduros mejora nuestra salud. 

Y ¿quieres saber que árbol no debes abrazar, ni comer sus frutos?

La Hippomane mancinella, también es conocido como Manzanilla de la arena y Manzanilla de playa, nativo de Mesoamérica y las islas del Mar Caribe, aunque el árbol de la muerte es quizás el apelativo que más describe su realidad. Su savia lechosa contiene el potente irritante de forbol. Con sólo rozarlo al pasar, tu piel puede quedar horriblemente escaldada

Según un reportaje de la BBC, incluso, refugiarse bajo sus ramas durante una lluvia tropical también puede ser desastroso, pues hasta la savia diluida puede causar una erupción cutánea extrema.

«Alerta: todas las partes del manzanillo son extremadamente venenosas y la interacción o ingesta de cualquier parte de este árbol puede ser letal«, el mensaje que da el Instituto de Ciencias de Alimentos y Agricultura de Florida, en la zona donde se encuentran estos árboles.

Salvo que te encuentras una «Manzanilla de la muerte», en general, todos los árboles de nuestros parques (creo que), son sanos y beneficiosos de abrazar.

¿Quizás las terapias de abrazar árboles tengan un sentido «físico» por el planeta?

Rudy Bianco, reflexión

Sabiendo esto, ¿Abrazarás a los árboles de tu ciudad? Quizás te lo agradecen.

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